Irina Shilina define su musicalidad en diferentes etapas para, también, poder dar a su carácter multifacético una amplia posibilidad de expresión. Su instrumento, el címbalo, que es un instrumento conocido mundialmente, se conoce por diferentes nombres, por ejemplo, en alemán bajo el nombre "Hackbrett". Se convirtió en Bielorrusia en un instrumento solista con formación académica oficial. El címbalo se elabora de tal manera que según el propósito o el estilo musical, el sonido del instrumento varía de agudo y fino a fuerte y voluminoso.

Después de realizar sus estudios de música en la capital de Bielorrusia, Minsk, Irina Shilina trabajó como solista en la Filarmónica Estatal de Bielorrusia y recibió numerosos honores y premios por sus actuaciones. Irina Shilina vive en Alemania desde 1997. Su labor artística la lleva como solista a diversas orquestas sinfónicas en diferentes ciudades como, por ejemplo, Hannover, Dessau, Halle an der Saale, Stuttgart, Keiserslautern, etc. Ahí interpreta, entre otras, obras de Igor Stravinsky, Franz Liszt, Franz Lehar y Zoltan Kodaly.

En festivales internacionales, salas de conciertos y palacios actúa presentando su programa desde el estilo clásico hasta lo moderno. También siguieron numerosas producciones en la televisión y publicaciones de CD. Irina Shilina logra utilizar todo el espectro musical del címbalo para su extenso repertorio.

Musicalmente, ella no solo se siente a gusto en la música clásica, donde se pueden encontrar composiciones maravillosamente adaptadas a cada época, sino también, con este músico excepcional, es posible de disfrutar de la música folclórica hasta del jazz. Es tan ejercitada técnicamente a su instrumento que también es capaz de interpretar obras que los oyentes no se habían imaginado previamente en estos arreglos y de esta manera ella logra con un virtuosismo impresionante que los oyentes descubran un fascinante mundo musical.

Irina Shilina ha descubierto a lo largo de los años constantemente instrumentos acompañantes. Así, el piano, el acordeón, el arpa, la flauta barroca y el rey de los instrumentos, el órgano, han resultado ser maravillosos instrumentos de acompañamiento.